Categories: Psychology

by jenaro

Share

Supera el síndrome del impostor al volver a la oficina

¿Sientes que no eres lo suficientemente bueno en tu trabajo? Cómo superar el síndrome del impostor al volver a la oficina

Imagina esto: es tu primer día de vuelta en la oficina después de las vacaciones. Mientras tomas el primer café de la mañana, empiezas a sentir una mezcla de nervios y dudas. «¿Realmente merezco estar aquí?», «¿Me habré olvidado de todo lo que sé?», «¿Y si alguien se da cuenta de que no soy tan bueno como creen?»

Si te sientes identificado, no estás solo. Lo que estás experimentando puede ser el síndrome del impostor, una sensación común que afecta a muchas personas, especialmente en momentos de cambio como la vuelta a la rutina después de un periodo de descanso.

¿Qué es el síndrome del impostor?

El síndrome del impostor es esa sensación persistente de que no eres lo suficientemente competente, que no mereces tus logros, y que en cualquier momento serás «descubierto» como un fraude, aunque no haya ninguna evidencia de ello. A menudo, afecta a personas que, objetivamente, son exitosas en su campo, pero sienten que han llegado hasta ahí por pura suerte, no por su habilidad.

¿Por qué surge el síndrome del impostor justo cuando vuelvo al trabajo?
Las vacaciones nos brindan un descanso que puede distanciarnos temporalmente de nuestras responsabilidades. Al volver, especialmente en septiembre, la presión por estar a la altura de las expectativas puede aumentar el temor a no ser tan bueno como los demás creen. Esta ansiedad incrementa las dudas y despierta el miedo a no ser lo suficientemente competente.

Historias de la vida real: María y su vuelta al trabajo

María es una diseñadora gráfica que siempre ha sido muy valorada en su trabajo. Sin embargo, tras unas semanas de descanso en agosto, volvió a la oficina y comenzó a dudar de sí misma. «Sentía que había olvidado todo lo que sabía, que mi creatividad había desaparecido, y que mis compañeros iban a notar que ya no era tan buena como antes», cuenta. Estas dudas la llevaron a un ciclo de ansiedad que la paralizaba a la hora de empezar cualquier nuevo proyecto.

Al hablar con un especialista, María entendió que estas sensaciones eran el resultado del síndrome del impostor, que suele aparecer en momentos de transición o cambios, como lo es la vuelta al trabajo. Aprendió a identificar esas dudas como irracionales y a centrarse en sus logros pasados para recordarse su valía.

¿Cómo puedo identificar si tengo el síndrome del impostor?

¿Cómo sé si lo que estoy sintiendo es el síndrome del impostor y no solo nervios por volver al trabajo?
Si constantemente dudas de tus capacidades, aunque tengas una trayectoria exitosa, y sientes que cualquier error te «desenmascarará», es probable que estés enfrentando este síndrome. Los nervios son normales al volver a la rutina, pero cuando esas dudas te impiden avanzar o te hacen sentir que no mereces tu puesto, estamos hablando de algo más profundo.

Estrategias para superar el síndrome del impostor al volver a la oficina

  • Reconoce tus logros: Haz una lista de todas tus habilidades y logros. A veces, necesitamos un recordatorio físico de todo lo que hemos conseguido para entender que no es cuestión de suerte, sino de trabajo duro y habilidad.
  • Habla con alguien de confianza: Compartir tus pensamientos con un amigo, colega o profesional puede ayudarte a ver las cosas con mayor objetividad. Muchas veces, nuestras inseguridades parecen más grandes en nuestra cabeza que en la realidad.
  • Acepta que no eres perfecto: El miedo a cometer errores puede alimentar el síndrome del impostor. Recuerda que es natural equivocarse, y los errores no definen tu competencia.
  • Busca apoyo profesional: Si sientes que estas dudas te están paralizando, hablar con un psicólogo puede ser un paso crucial para entender el origen de estos pensamientos y aprender a gestionarlos.

¿Cuánto tiempo puede durar el síndrome del impostor?
No hay una respuesta única. En algunos casos, puede ser pasajero, pero si no se aborda, puede perdurar y afectar tu bienestar a largo plazo. Por eso es importante tomar medidas para enfrentarlo cuanto antes.

Conclusión: ¡No dejes que el síndrome del impostor te paralice!

Volver a la rutina después de las vacaciones es un desafío en sí mismo. Si, además, estás enfrentando el síndrome del impostor, la vuelta puede parecer aún más complicada. Pero la buena noticia es que no estás solo y, sobre todo, que este sentimiento es temporal si se aborda correctamente.

Si te sientes identificado con lo que he descrito aquí y quieres ayuda para superar estas dudas, estoy aquí para ayudarte. Con mi experiencia en tratar problemas de ansiedad relacionados con el trabajo y la autoestima, puedo ofrecerte las herramientas necesarias para que recuperes la confianza en ti mismo.

No esperes más. Ponte en contacto conmigo para agendar una cita y juntos trabajaremos para que tu vuelta a la oficina sea lo que debe ser: una oportunidad de crecimiento, no un motivo de miedo.