Las relaciones de pareja son uno de los vínculos más importantes en nuestras vidas. Nos brindan amor, apoyo y una sensación de pertenencia, pero también pueden ser una fuente de conflicto, frustración y dolor. Cuando los problemas empiezan a acumularse, es común sentir que las cosas han llegado a un punto de no retorno. Sin embargo, acudir a terapia puede ser una herramienta poderosa para sanar y fortalecer la relación.

No se trata solo de resolver problemas puntuales. La terapia de pareja ofrece un espacio seguro para que ambos miembros de la relación se comprendan mejor, se comuniquen de forma más efectiva y trabajen en los problemas subyacentes que muchas veces no se perciben en el día a día. Como psicoterapeuta con más de 40 años de experiencia, he visto cómo la terapia puede marcar una diferencia significativa, ayudando a las parejas a reconectar, solucionar conflictos y, en muchos casos, a redescubrirse mutuamente.

 

¿Por qué acudir a terapia de pareja?

El primer paso para resolver los problemas en una relación es reconocer que existen y estar dispuesto a trabajar en ellos. No es fácil aceptar que las cosas no están funcionando como deberían, pero acudir a terapia es un acto de valentía y compromiso. A continuación, te muestro algunas de las razones más comunes por las que las parejas deciden dar este paso y cómo la terapia puede ayudarlas.

1. Problemas de comunicación

Uno de los mayores retos en una relación es la incapacidad de comunicarse de manera efectiva. A menudo, las parejas caen en patrones repetitivos de comunicación negativa: discusiones que no llevan a ninguna parte, silencios prolongados, o la incapacidad de expresar lo que realmente se siente. En terapia, se trabaja para identificar y romper estos patrones, promoviendo una comunicación más honesta y empática.

2. Falta de intimidad emocional o física

Con el tiempo, algunas parejas notan un distanciamiento en la intimidad, ya sea emocional o física. Las responsabilidades diarias, el estrés o incluso traumas pasados no resueltos pueden afectar la conexión. En consulta, se exploran estos bloqueos, permitiendo a la pareja reconectar desde un lugar más profundo y genuino.

3. Celos, inseguridad y desconfianza

La inseguridad en una relación puede manifestarse de muchas formas, desde celos infundados hasta una desconfianza generalizada. Estas emociones suelen tener raíces más profundas, vinculadas a experiencias pasadas o patrones inconscientes. El enfoque psicoanalítico permite desentrañar estas dinámicas y trabajar en ellas, ayudando a restaurar la confianza en la relación.

4. Infidelidades

Una infidelidad puede ser devastadora, pero no necesariamente el final de una relación. La terapia ofrece un espacio para procesar el dolor, entender las causas subyacentes y tomar decisiones sobre cómo avanzar, ya sea para reconstruir la relación o para separarse de manera saludable.

5. Conflictos en la crianza o en la convivencia

A medida que la vida en pareja evoluciona, pueden surgir diferencias significativas en temas como la crianza de los hijos, la gestión del hogar o los valores personales. Estas diferencias, si no se abordan adecuadamente, pueden generar resentimiento. En consulta, se trabaja para encontrar puntos de equilibrio que respeten las necesidades y expectativas de ambos.

6. Rutina y falta de chispa

La rutina puede ser una trampa silenciosa en muchas relaciones. Con el paso del tiempo, es fácil caer en la monotonía, donde la relación pierde la emoción y la novedad. En terapia, se exploran maneras de revitalizar la conexión y devolverle esa chispa que puede haberse perdido, permitiendo que la pareja redescubra lo que les unió en primer lugar.

7. Dificultades por estrés externo

El estrés de la vida diaria—trabajo, finanzas, problemas familiares—puede filtrarse en la relación y convertirse en una fuente de conflicto. En terapia, se aborda cómo manejar el estrés de manera conjunta y cómo evitar que este afecte negativamente la dinámica de la pareja.

8. Culpas y resentimientos no resueltos

A menudo, los problemas en una relación provienen de heridas pasadas que no han sido adecuadamente abordadas. Estos resentimientos acumulados pueden erosionar lentamente la confianza y el amor. En terapia, se trabaja para sanar esas heridas, permitiendo a la pareja avanzar con una comprensión más profunda de sí mismos y del otro.

El enfoque psicoanalítico: Ir más allá de los síntomas

La terapia de pareja desde el enfoque psicoanalítico no se limita a resolver los problemas evidentes. En lugar de centrarnos únicamente en los síntomas, como las discusiones o la falta de intimidad, profundizamos en las causas subyacentes: las dinámicas inconscientes que moldean la relación. A menudo, estos patrones vienen de nuestras primeras experiencias afectivas y relaciones, y sin darnos cuenta, los proyectamos en nuestra pareja actual.

El psicoanálisis permite entender de dónde provienen estos conflictos y cómo cada miembro de la pareja contribuye a ellos, brindando herramientas para transformar la relación desde dentro. A través de este proceso, no solo se abordan los problemas actuales, sino que también se construye una base más sólida para el futuro.

¿Es la terapia de pareja para ti?

Si sientes que tu relación atraviesa un momento difícil, pero ambos están dispuestos a trabajar para mejorarla, la terapia puede ser el espacio ideal para hacerlo. No se trata de esperar hasta que las cosas sean insostenibles; al contrario, acudir a terapia en las primeras señales de conflicto puede prevenir que los problemas se agraven.

Si tú y tu pareja están listos para dar este paso, estaré encantado de acompañaros en este proceso. Puedes contactarme aquí para consultas presenciales en mi consulta en el barrio de Salamanca, Madrid, o para sesiones online. Trabajo tanto con adultos, parejas y adolescentes, y juntos podemos encontrar soluciones a los desafíos que estéis enfrentando.